Yoshimitsu Yamada
8° Dan, Shihan
Presidente de USAF

Una Entrevista con Yamada Sensei

Por Julien Neves-Pelchat, 11 años de edad

Aikido de la Montagne, Montreal, Canadá

[Revisada por Helena Neves-Pelchat, la madre de Julien]


Nota del Editor: Esta es la segunda entrevista que hace Julien a un Shihan. Su entrevista con Kanai Sensei se consigue en los archivos de Aikido Online. Este artículo esta presentado con el gentil permiso del autor y su madre. Gracias a Claude Berthiaume por su ayuda. Fotografías cortesía de Y. Yamada.
Encantado de conocerle…mi nombre es Julien.

Encantado de conocerte también.

He entrevistado a Kanai Sensei en el pasado y ahora tengo el placer de conocerlo y saber más de usted. Comenzaré a con unas preguntas que he preparado para usted..

OK. Pero no seas tan duro. (Risas)

He dividido las preguntas en diferentes temas. Comenzaré por preguntar, ¿qué hacían sus padres para ganarse la vida?

Mi padre era un profesor de la universidad, y mi madre era ama de casa.

¿Qué es lo que más se acuerda de sus padres?

Bueno, eran tantas cosas. Mis padres en cierta forma fueron muy generosos conmigo. Me dejaron hacer lo que yo quería hacer, que era convertirme en un instructor de Aikido, de entrenar Aikido, y eso fue el regalo más grande que mis padres me hayan podido dar.

Cuando usted era un niño, de 10 años, ¿en qué quería convertirse? ¿Aikido era lo que quería hacer?

Yo quería ser un cantante de ópera.

¿Cuáles son sus pasatiempos ahora?

Me gusta leer, y escuchar música, todo tipo de música, pop, Latino, etc.

¿Por qué comenzó a practicar las artes marciales?

Aunque haya dicho que no sabía nada de Aikido cuando tenía diez años, no fue mucho después que escuché sobre esto. Uno de mis parientes, mi tío, Abe Sensei, ya era un instructor de Aikido, entonces así fue como supe del Aikido. Empecé a pensar que cuando terminara el colegio entonces solo practicaría el Aikido. Así es como comencé.

¿El Aikido era el primer arte marcial que había practicado?

Sí.

¿Cuántos años tenía cuando comenzó a practicar Aikido?

Creo que tenía diecisiete años.
 
¿Cuántos años tenía cuando dio su primera clase?

Más o menos como veintiuno o veintidós. Era como segundo Dan en esa época.

Cuénteme de esa primera experiencia. ¿Se sintió nervioso?

Bueno… todavía me siento nervioso. (Risas). No, nunca me he sentido nervioso cuando enseño Aikido.

¿Qué significa el Aikido para usted?

Es el trabajo de mi vida. Seguiré haciéndolo hasta que no me pueda mover.
¿Cómo distinguiría el Aikido de otras artes marciales? ¿Cuál cree que es la diferencia entre Aikido y las otros artes marciales?

Bueno, yo creo que el Aikido es muy, muy, muy único comparado con las otras artes marciales, y cuando digo esto no estoy diciendo cuál arte marcial es mejor. Eso es un asunto individual, y en gran parte depende de lo que te guste. En resumidas cuentas, la idea de todas las artes marciales, de todos los budos, es igual. Cada una solo es una manera diferente de acercarse a la misma meta. Para mí, Aikido es muy apropiado, y a mí me gusta. Es por eso que hago Aikido.

¿Cómo conoció a O-Sensei?

Mi familia era bastante cercana a la familia Ueshiba, la familia del Fundador. Así que ya los conocíamos antes de yo comenzar el Aikido. Mi tío, Tadashi Abe, estaba practicando Aikido. Yo le decía tío, aunque él en realidad era mi primo segundo. Mi padre fue adoptado por la familia Abe después de que sus padres fallecieran.

¿Usted fue uchideshi en el Hombu Dojo como Kanai Sensei?

Sí.

¿Cuántos años fue usted uchideshi?

Como por siete u ocho años.

¿Cómo era su vida siendo uchideshi?

(Risas) Fue duro, pero como yo digo, también fue agradable. Cuando me acuerdo de esos días ahora, recuerdo más las partes agradables. En ese tiempo sin embargo, yo probablemente me enfocaba al arte que era un poco duro. Pero sabes, siendo un uchideshi, tienes que sufrir.

¿Qué clase de tareas tenía que hacer?

En general cuidar el dojo, y la limpieza, limpieza y más limpieza. También de cuidar a los miembros del dojo, y ayudar a los instructores.

Cuando usted hacía estas tareas, ¿cree usted que valían la pena hacerse a cambio de lo que obtuvo en retorno?

Bueno, en ese tiempo, yo no estaba buscando nada. No lo estaba haciendo como para obtener algún tipo de premio. Solo era parte de mi vida. Aun cuando yo era un uchideshi y practicando en Hombu Dojo con O-Sensei, nunca soñé que me iba a convertir en un instructor. Solo me sentía feliz de poder practicar. Yo creo que nadie pensó que el Aikido iba a crecer tanto. Ninguno de nosotros ni siquiera pensábamos que se podría ganar la vida enseñando Aikido.

¿Cuántos otros uchideshi habían al mismo tiempo que usted?

En aquel tiempo, yo me había unido con solamente tres o cuatro.

¿Qué sucedió con los otros uchideshi? ¿Dónde están ahora?

Ellos están todos en el exterior ahora, enseñando en otros países. Por ejemplo, el Señor Tamura está enseñando en Francia, el Señor Sugano ha vivido en Australia y en Europa, y ahora está conmigo en Nueva York. Kanai Sensei está en Boston; Chiba Sensei está en San Diego.

A fin de conocerlo mejor, mi madre me ha pedido leer su artículo Reflexiones del 11 de Septiembre. [Nota: vean también los archivos de Aikido Online.] Yo estoy de acuerdo con su filosofía sobre enseñar Aikido, y que el Aikido no debería ser enseñado de una forma religiosa. Cuando yo era más joven, a veces quería pertenecer a una religión pero hoy en día, debido a todas las guerras que están ocurriendo por la religión, ya no estoy seguro.

Bueno si es tu decisión, eso está bien.

Yo sé la diferencia entre el bien y el mal, y creo que esto es lo más importante para los seres humanos. Y yo creo que ahora mismo, la filosofía con la cual me identifico más es con el budismo. Así que me considero budista.

¿Oh, sí? (Risas) Eso es interesante.

¿Usted es un hombre religioso?

No. No lo soy.

¿El desastre del 11 de septiembre le cambió la vida o cambió su forma de pensar de alguna forma?

No exactamente.

¿Pero le hizo sentir un poco triste?

¡Oh! ¡Claro, definitivamente!

Hablaremos de viajes ahora. Yo también he visto el calendario anual de los seminarios de Aikido y me sorprendió mucho la cantidad de viajes que usted hace. Este año solamente usted ha estado en España y Francia más de una vez, ha estado en Hungría, Venezuela, Malasia, Singapur, Indonesia, Alemania, Argentina, Brasil, y acaba de regresar de Italia. Combinando los viajes al exterior y acá en América del Norte, pareciera que usted estuviese viajando casi cada semana. ¿Disfruta de viajar tanto?

Hasta ahora, sí, todavía lo disfruto. Me mantiene en movimiento.

En estos viajes, ¿le alcanza para visitar un poco el área?

Desafortunadamente, no mucho. (Risas) No mucho. (Más risas) La mayoría del tiempo lo paso practicando y descansando.

¿Cuál es el viaje que recuerda con más cariño?

Cualquier lugar que he visitado por primera vez. Cada lugar es muy impresionante, cada uno en una forma distinta. Cada país tiene sus cosas buenas y malas. (Risas).

¿Así que ha aprendido mucho sobre diferentes países?

Pues, es bonito ver tantos lugares y tener tanta variedad de experiencias. Yo sugiero que si tienes un chance cuando crezcas, que tú también puedas viajar. Es bonito ver cómo las personas tienen diferentes actitudes o formas de ver la vida. Y también es tan interesante ver las culturas diferentes. Pero al ver tantas cosas diferentes, es muy importante mantener tu propia perspectiva y desarrollar tu propia habilidad para tomar tus decisiones correctas.

Aparte del Japón, ¿adónde cree usted que el Aikido sea más popular?

Yo creo que en Europa. Particularmente en Francia.

En su opinión, ¿cuál país que ha visitado tiene la comida más sabrosa?

¿Sabrosa? Yo diría que España. Esa es mi favorita, la comida española.

¿Y qué hay de la comida española que le gusta tanto?

Primero que nada, soy japonés y a los japoneses nos gusta el arroz. Los españoles tienen muchos platos con arroz. También comen muchos frutos del mar. Y la forma que ellos cocinan es muy simple, no tan cremoso como la cocina francesa. Es por eso que me gusta.

¿Usted está casado?

Oh, sí.

¿Su esposa se molesta que usted esté de viaje tanto?

No, no. Quizás ella se sienta feliz. (Muchas risas) Yo he estado casado por más de cuarenta años, y nuestro matrimonio es muy, muy refrescante porque no pasamos mucho tiempo juntos. (Risas) Entonces tú sabes, nosotros seguimos sintiendo que estamos casados sencillamente.

Yo creo que la gente estaría interesada en saber si usted piensa retomar sus viajes al Japón para llevar alumnos de Aikido con usted.

Yo quisiera hacerlo de nuevo. Tuve que pasar este año, y quizás tendré que pasar el próximo año también. Desafortunadamente, el hotel que he estado usando se cerró. Por supuesto, si uno es rico entonces hay millones de hoteles. Pero intento hacer que las cosas sean económicamente accesibles para mis alumnos. Así que si encuentro otro hotel quizás lo haga otra vez.

He escuchado algunos rumores de que usted tiene la intención de hacer un campamento de verano para niños y niñas en algún momento en el futuro cercano.

Sí, nosotros tratamos de hacer eso este año pero no funcionó, pero vamos a continuar trabajando en esto para el futuro.

¿Alguna vez nos enseñará a nosotros? ¿Dar una clase acá a los niños?

¿Aquí? ¡Me gustaría! ¡La próxima vez! ¡Pero lamentarás habérmelo pedido! (Risas)

Ya que usted viaja mucho a España y a los países de América del Sur, ¿ha aprendido el idioma español?

No lo puedo hablar, pero lo entiendo un poco. También aprendí en la ciudad de Nueva York, porque allá hay mucha gente que habla español. También algunos de mis uchideshi son de Sudamérica. En nuestro Dojo nosotros a veces decimos que el idioma oficial es el español. (Risas)

Muchas gracias por su tiempo.

Estoy muy a la orden.

Domo arigato gozaimashita.

Do Itashimashite. I debo decir algo más: cuando tenía tu edad no sabía de Aikido, pero tú ya lo sabes, así que tienes más oportunidad que yo de ser mejor. Asi que buena suerte y ¡sigue practicando!