Seiichi Sugano
8º Dan, Shihan
Fue Instructor Senior en New York Aikikai, y Director Técnico en Australia & Bélgica

Una Entrevista con Seiichi Sugano Shihan, Parte 1


Por David Halprin, Editor-en-Jefe, AikidoSphere

Nota del Editor: La entrevista fue conducida durante el Seminario de Navidad en New York Aikikai, diciembre de 2000. Deseamos agradecer a Sugano Sensei por haber concedido esta entrevista a Aikido Online. Gracias también a Douglas Firestone, Jefe Instructor de Aikido de Westchester por su ayuda durante la entrevista, y a Margo Ballou de la Universidad de Brown /Escuela de Diseño de Rhode Island dojo por su trabajo de transcribirla. David Halprin, 6º Dan es Jefe Instructor de Framingham Aikikai.
Para empezar, ¿podría contarnos un poco sobre cómo escuchó por primera vez hablar del Aikido?

Yo lo vi en una de las revistas semanales japonesas; tenían un artículo sobre Aikido. Es así como encontré el Aikido.

¿El artículo era sobre O-Sensei?

No, era sobre Aikido en general. Es así como comencé a interesarme; yo fui a ver a Kisshomaru Doshu. En ese entonces él estaba en el Hombu dojo.

¿Usted le pidió si podía practicar?

Sí.

¿Había practicado antes otras artes marciales?

Hice judo por más de seis años, supongo.
 
¿Qué decía el artículo que le causó tanto interés?

No me acuerdo exactamente. Más que todo era una introducción de lo que es el Aikido, y pensé que técnicamente sería interesante. En ese momento podría llamarlo Aikido o podría llamarlo jujutsu; no era muy conocido al público, así que pensé que técnicamente podría ser interesante. También parecía que había alguna especie de filosofía tras él.

¿Cuándo comenzó formalmente a practicar Aikido?

1957 o 1958, creo yo.

¿Cómo era practicar en el Hombu dojo en esa época?

Obviamente era bastante diferente que el entrenamiento de judo; se enfocaba en la repetición de patrones. En el caso de judo, uno está luchando, lanzando a alguien, pero el entrenamiento de parejas en Aikido es diferente.
¿Era difícil ajustarse a eso?

No es exactamente un proceso de ajustarse, pero se toma algo de tiempo para aceptar la forma o sistema de entrenamiento en Aikido.
 
¿Cuándo fue la primera vez que tuvo responsabilidades de enseñanza?

(Se ríe) Debe haber sido a principios de la década de los 60. Al comienzo por supuesto, yo llevaba el equipaje de Kisshomaru Doshu para arriba y para abajo y por dondequiera que iba, asistiéndolo. Más o menos en esa época el Aikido comenzó a expandirse, comenzó a ser enseñado fuera del Hombu dojo. Aunque éramos muy jóvenes, nosotros teníamos que ir a enseñar. En la mayoría de los casos los alumnos probablemente eran mayores que yo.

¿Hubo un momento cuando se dio cuenta que el Aikido iba a ser su profesión?

No, yo comencé puramente por el interés en el entrenamiento, y eso es todo. Nunca pensé en planificar el enseñar Aikido. Sólo quería practicar.

¿Nos podría contar un poco sobre sus recuerdos de O-Sensei?

La primera vez que lo vi, lo vi como un maestro o líder religioso en vez de un artista marcial. En su movimiento había alguna energía moviéndose pero no era visible, entonces uno sentía que no había nada allí, sin embargo sentía esta especie de núcleo fuerte de acero. Sí, yo pensaba que él era más como un líder de un grupo religioso o algo así. Él se expresaba con una forma física, pero era algo bastante diferente cuando él nos lanzaba a cada uno de nosotros.

¿Cuál es su punto de vista sobre el proceso por el cual O-Sensei estaba creando Aikido?

Él se inició en un arte marcial tradicional, pero luego él se fue en una búsqueda espiritual. Yo creo que probablemente eso hizo que la forma de entrenamiento cambiara desde una idea tradicional de artes marciales. Obviamente, su explicación de Aikido usaba ideas a partir de sus conceptos religiosos.

¿Esos conceptos eran de la religión Omoto?

Sí, Omoto. Omoto en ese tiempo era como un movimiento o grupo de la nueva era. Se relacionaba al Shinto pero era mucho más como un Shinto místico. No se podría decir que era un Shinto tradicional o normal.

¿Deguchi Sensei todavía vivía para ese momento?

No, no lo creo, no. Algo bueno es que aunque O-Sensei explicaba el Aikido como un concepto religioso, él nunca insistió en que sus alumnos siguieran su visión religiosa. Eso quizás fue bueno para nosotros. Él habló sobre el aspecto espiritual, pero él nunca nos suministró un sistema para estudiar de esa manera.

Su punto de vista fue que el Aikido era una forma física de entrenamiento que él llamaba misogi o movimiento kotodama, etc. Su idea era que así era la manera de desarrollar la espiritualidad. Por lo tanto, quien quiera que estuviera interesado en esos aspectos, individualmente tendrían que estudiar eso, o yoga, zazen u otros sistemas según lo necesario.

Es probablemente la misma manera como enseñó armas, supongo. Obviamente él tuvo un gran interés en las armas, entonces se expresó mediante demostración con armas, pero él nunca suministró un sistema para hacerlo. Entonces obviamente diferentes instructores al tener diferentes experiencias, se expresaban en tantas diferentes maneras de enseñar.

¿Usted cree que él sintió que simplemente haciendo los movimientos de Aikido eran suficientes en sí, o él pensó que los alumnos también tendrían que estudiar alguna otra cosa?

En la mayoría de los casos, desafortunadamente, la relación de alumno con maestro es de una sola dirección; no existen preguntas ni respuestas ni nada de eso. Es un poco lamentable, pues nosotros hubiésemos tenido una mejor comprensión si lo hubiésemos hablado, pero no había tal manera así que sólo teníamos que asumir lo que él quería. Todo lo que él explicaba, o si leía un libro o poema en particular, etc., a través de tales cosas nosotros de forma individual teníamos que interpretar lo que él quería decir.

¿Así que no tenían sesiones de preguntas y respuestas con O-Sensei?

[risas] No.

¿Cree que si él estuviese aquí hoy en día, quizás ocurrirían esas cosas?

No, lo dudo. [se ríe]

¿Eso no era lo suyo?

Para empezar, él no estaba interesado en ser un instructor. En mayor parte, en cualquier forma de arte, los maestros demuestran sus habilidades pero no son necesariamente buenos instructores. Ellos no tienen ningún sistema de “enseñar” en la manera que lo pensamos hoy en día.

¿Esa era la manera tradicional de transmitir conocimientos?

Sí. No sólo era en Aikido, era igual para cualquier forma de arte, ya sea la música o pintar, etc. Si usted quería seguir al maestro, simplemente se copiaba de él lo más que podía.

O-Sensei obviamente fue un hombre extraordinario, y tuvo una fuerte influencia sobre muchas personas. ¿Cuales cree que fueron las cualidades que lo hicieron tan único?

Una cosa es que fue un fuerte creyente, muy comprometido o adentrado en sus búsquedas religiosas y espirituales; yo creo que eso probablemente lo hacía algo único, aún en el caso de Aikido. Para mí la técnica está bien, pero técnicamente si mira a las muchas escuelas diferentes, encontrará que tienen técnicas similares.

Yo creo que el Aikido es tan único porque O-Sensei rompió con los supuestos conceptos de artes marciales tradicionales. Para mí, mientras estudiaba Aikido, yo intentaba siempre regresar a ese punto. No es solamente cómo hacemos las técnicas. Generalmente en las artes marciales, hay un sistema de técnica para lucha, pero él rompió con ese concepto, y eso para mí es la parte más importante.

La gente suele decir que cada alumno de O-Sensei tomó una parte diferente de él para cada ser. ¿Cree que esto es cierto, y si lo es, cuál fue la influencia que tuvo O-Sensei en usted personalmente?

En parte yo creo que él me hizo más consciente que el Aikido era algo que yo tenía que continuar buscando. Él no suministró ningún sistema; él tenía algo de sistema para que siempre estuviéramos siguiéndolo, pero no lo suministraba. La persona individualmente tenía que hacer su propia búsqueda.

Quizás lo que una persona quiere, la otra no lo quiere. Para mí esa fue la influencia que yo obtuve de él. Aun cuando estamos enseñando técnicamente, nadie es exactamente como él. Él es sólo una persona única así que nadie en realidad podía copiarse de él. Entonces, quizás la influencia más grande de él fue hacer que cada persona fuese libre para buscar algo individualmente.
 
Usted mencionó antes que parte de sus deberes fue cargar el equipaje del segundo Doshu. ¿Cómo caracterizaría la labor del segundo Doshu en desarrollar el Aikido?

Yo creo que él hizo mucho en cómo el Aikido fue aceptado entre el público en general. Yo recuerdo la primera vez que lo conocí; su personalidad era más como la de un profesor en la universidad o algo así. Se sorprendía si esperaba que algún artista marcial fuese físicamente superior o con actitudes diferentes. Yo creo que quizás debido a su personalidad, o la manera en que él promovía el Aikido, se tornó en algo que la sociedad normal podía aceptar fácilmente, y no algo que era “diferente”. Aun ahora, generalmente el artista marcial no contribuye mucho a la sociedad, es solo una persona lo suficientemente fuerte para saber algunas técnicas de lanzar gente o de matar a alguien. [Se ríe] Es de bastante bajo nivel. Yo creo que Doshu tenía una idea mucho mejor para que el Aikido fuese mucho más aceptable generalmente a la sociedad normal, y fue así como lo promovió.

¿Hubo ciertas cosas que le enseñó el segundo Doshu, una influencia particular que tuvo en usted?

No creo que mucho en general, pero si pienso que quizás mi forma de ver el Aikido técnicamente, es posible que tenga más influencias provenientes de él.

Técnicamente su manera de enseñar fue muy moderada; no contenía nada extremo. También, él dio más consideración a su idea de que la sociedad en general debía aceptar el Aikido. Su enfoque general del Aikido era un poco más intelectual. Así es como yo quizás obtuve una influencia por su forma de enseñar. Yo no veo el Aikido técnicamente en una forma extrema. En general, él nos recordaba que era mejor actuar de una manera normal.

a ser continuada...